He hecho coincidir en el tiempo la impartición de la unidad didáctica sobre la ortografía en 1.º ESO y en 3.º ESO, niveles que imparto este curso, para pedirles cierta colaboración o cooperación entre ellos. El trabajo que he desarrollado en estas unidades ha sido, en líneas generales:
(a) Con 1.º ESO. Han trabajado de forma cooperativa en grupos de cuatro para elaborar infografías sobre distintas reglas ortográficas que se les habían asignado previamente. El trabajo se desarrolló en línea empleando herramientas de Google Drive y el programa Publisher. Posteriormente tenían que explicárselas en clase a sus propios compañeros por medio de una exposición oral en la que mostraban su resultado material y les proyectaban o proporcionaban ejercicios que, a partir de la explicación, tenían que resolver in situ.
(b) Con 3.º ESO. Este alumnado, por su parte, trabajó esta unidad durante bastantes menos sesiones y no de forma grupal, sino de manera individual. En su caso su tarea consistió en la realización de un vídeo en el que explicaban una determinada regla ortográfica, vídeo que posteriormente habían de subir a YouTube. Esta lista de reproducción es la recopilación de los distintos vídeos que crearon:
Sobre el alumnado de 3.º ESO siempre existió un doble aliciente: (1) su material no solo serviría para calificarles en esa unidad, o para que preparasen ellos mismos esos contenidos, sino que también valdría como refuerzo para el alumnado de 1.º ESO dado que estarían obligados a verlos; pero (2), por otra parte, los grupos de 1.º ESO, una vez visionado todo el material, escogerían el mejor vídeo y, con sus votaciones, elaboraríamos un ránking. Para proporcionarle los vídeos a mi alumnado de 1.º ESO y asegurarme de que lo veía, utilicé la herramienta Edpuzzle, con la que ya hemos trabajado en otras ocasiones, y le añadí a cada vídeo una pregunta de control para comprobar no solo que lo veían sino que aprovechaban su contenido. De esta manera me aseguraba de que los contenidos de ortografía que estábamos trabajando en clase fuesen reforzados.
Ni es necesario decir que a todos les gustó el vídeo que presento bajo estas líneas (no me extraña, su creador es un "crack" con las producciones audiovisuales). Tengo que admitir que "se viralizó" entre algunos grupos del instituto dado que... bueno, hacían salir a un servidor en el momento fatídico en que se rompía el brazo practicando snowboard (o una cómica recreación, más bien). Es lo que tiene ir a trabajar con el brazo escayolado durante cinco semanas, que al final uno se ve dentro de estas dinámicas. Pero con gusto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario