(Artículo publicado junto a Isabel B. González Llanes, docente de Cantabria, en la revista Mi Biblioteca, año XII, n.º 45, primavera 2016, pp. 60-64.)
https://www.goodreads.com |
Dado que la
lectura, al contrario de lo que ocurre con la competencia en comunicación
lingüística, se concibe normalmente como un hábito que se desarrolla en
solitario, nos resultó capital el trabajo del plan de lectura con nuestros
alumnos a partir del concepto de sociabilización, y para esto nos servimos de
la red social Goodreads (https://www.goodreads.com/). Así, mientras leían los
títulos propuestos para el curso, nuestros alumnos no se aislaban sino que
podían compartir con sus compañeros el punto del texto en que se encontraban y
la impresión que hasta ese momento les estaba suscitando la lectura, por
ejemplo. De este modo, conseguimos que estos aprovechasen las lecturas del
curso para fortalecer los vínculos existentes entre ellos al crear un nuevo concepto:
el de una comunidad lectora virtual.
Goodreads es una red social basada en lecturas
en las que cada uno puede crear sus propias estanterías digitales (es decir,
crear bases de datos con todos tus libros: los que has leído, los que estás
leyendo y los que quieres leer). Esta herramienta se ha convertido en una de
las piedras angulares del plan lector del departamento de Lengua Castellana y
Literatura, y nace de la necesidad de estimular la lectura y una mejor
comprensión lectora por medio del uso de las TIC, dado que, como ya hemos
dicho, nuestro alumnado está acostumbrado a moverse por entornos digitales.
Durante el primer curso académico en que lo aplicamos, solo participaron los alumnos de Secundaria. En Goodreads, estos, de forma voluntaria (y con un índice de participación superior al 50%), se creaban su propia cuenta y seguían a su vez la cuenta creada para tal efecto por el Departamento de Lengua, en cuya estantería se iban agregando los títulos propuestos para cada trimestre, voluntarios y obligatorios. Esto fue ayudando a que los alumnos se relacionasen, ya que era frecuente que creasen sus propios círculos de amistades e interaccionasen por medio de comentarios, recomendaciones de libros, likes (me gusta), etc., a la vez que desarrollaban un espíritu crítico, entrando en debates sobre diferentes aspectos literarios de las obras (que incluso llegaban a ser ajenas al centro, ya que con el tiempo ellos fueron creando sus propias estanterías dentro de sus perfiles con todas las lecturas que realizaban, tanto las propuestas dentro de nuestra materia como las que ocupaban sus momentos de ocio).
Para entender mejor cómo
funciona Goodreads, nos
concentraremos en dos de las herramientas básicas de esta red social de las que
nos valimos frecuentemente en clase: la reseña y el club de lectura.
Después de finalizar cada
una de sus lecturas, Goodreads les da la oportunidad de publicar su propia
reseña con puntuación (entre una y cinco estrellas), y pueden recibir la
retroalimentación de sus compañeros por medio de comentarios o likes. Esta reseña era tenida en
consideración para el incremento de la nota obtenida por el alumno a través del
instrumento de evaluación correspondiente. Sin embargo, la finalidad no era que
consiguieran una calificación mejor, ya que, sin darse cuenta, estaban trabajando
la competencia textual a través de la creación de textos argumentativos.
En este sentido, a lo
largo del curso fuimos observando una evolución en las reseñas de los alumnos,
quienes cada vez controlaban mejor la estructura de este tipo de textos, les
proporcionaban una mayor coherencia y les resultaba mucho más fácil argumentar
sus opiniones. A esto contribuyó, entre otras cosas, que los alumnos se sintieran
motivados, puesto que, de forma periódica, seleccionábamos la mejor reseña de
cada nivel, la cual era publicada en el blog de la biblioteca, punto común de
todos los alumnos de Secundaria.
Otro aspecto básico del
proyecto con Goodreads es que el alumnado
interactuaba, fundamentalmente, por medio del club de lectura que se creaba
para cada nivel, y que funcionaba como si fuese un foro, donde ellos tomaban la
iniciativa eligiendo los temas que debían tratarse: creaban hilos sobre
diferentes aspectos de las lecturas obligatorias y voluntarias (personajes, trama,
perspectiva adoptada por el narrador…), de forma que podían discutirlos antes
de enfrentarse a la prueba de la lectura.
Sorprendentemente, los
alumnos llegaron a participar de forma tan activa en estos hilos que decidimos
crear un apartado dentro de cada foro o club de lectura para que pudieran
abordar otros temas diferentes a los títulos marcados por nuestro plan de lectura.
De esta forma, por ejemplo, en el club de 2.º de la ESO un alumno creó un hilo,
que tuvo mucho éxito, en el que los compañeros participaron para comentar la
saga de Los juegos del hambre. Esto
resulta enriquecedor porque, a través de estas intervenciones de carácter
espontáneo, pudimos ir descubriendo algunas obras juveniles que despertaban el
interés de nuestros alumnos y que, poco a poco, han ido enriqueciendo nuestro
plan de lectura.
Al margen de estas dos
utilidades, propuestas por los docentes, los alumnos fueron aprovechando otras
herramientas que ofrece esta red social, y que fueron también clave en la
animación a la lectura. Para empezar, disponer de una aplicación móvil (que
podían obtener de forma gratuita tanto en Google Play como en Apple Store)
ayudaba a que lo usaran con la misma frecuencia que otras redes sociales con
las que estaban más familiarizados y, a su vez, les proporcionaba la misma
inmediatez que estas. Así, por ejemplo, era frecuente entre ellos enviarse
recomendaciones de libros, a veces incluso a su profesor; seguir los perfiles
oficiales de autores de su interés (tan populares como John Green, Javier
Ruescas, J.K. Rowling…), de manera que les llegasen sus feeds o entradas en su timeline
o muro, y ellos solos descubrieron un aspecto muy motivador de Goodreads, como era la posibilidad de
completar su propio Reading Challenge (“reto
de lectura”): el alumno elige el número de libros que se ponía como reto al
año, y podía ir viendo su evolución: el tanto por ciento de libros leído, si
iba por debajo o por encima de la media..., y sus compañeros podían hacer
comentarios sobre su reto e ir viendo los libros que iban leyendo.
Todo esto contribuyó en
buena medida a que el uso de Goodreads
no quedara restringido al uso propuesto en clase inicialmente, sino que los
alumnos fueron incorporándolo a un ámbito cotidiano, razón por la que el
trabajo con la red social acabó convirtiéndose –como mencionábamos más arriba–
en un pilar fundamental de nuestro plan de lectura.
Asimismo, los profesores
acostumbramos a animarlos a utilizar la red social Goodreads por medio de nuestro ejemplo directo, de tal manera que
seguimos a nuestros alumnos desde nuestras cuentas personales así como
permitimos también que nos sigan, acostumbramos a darles un like a lo que están leyendo, les
comentamos reforzándoles positivamente, aceptamos las recomendaciones que nos
mandan a través de la página, etc., de forma que se refuerza también el vínculo
profesor-alumno y ello permite el desarrollo de un plan lector de calidad en
tanto que el profesor puede convertirse en un asesor personalizado al estar en
contacto directo con el tipo de lectura que realiza el alumno.
Hay que tener en cuenta, aunque
los alumnos están ya familiarizados con este tipo de medios, que la red social
Goodreads no está disponible en español, solo en inglés. Esto en un principio
nos pareció un inconveniente que tener en cuenta, aunque, en realidad, es una
oportunidad para considerarla una herramienta interdisciplinar. No obstante, sí
que creamos en su momento unos videotutoriales explicándoles los aspectos más
básicos de la página, que compartimos con ellos a través de YouTube:
Desde la implantación de
este proyecto en los niveles de Secundaria, se ha seguido de una forma más que
aceptable. De hecho, la cuenta de Goodreads contaba al finalizar el pasado
curso académico con 132 usuarios o alumnos añadidos, de un total de
aproximadamente 250 que integran los niveles de Secundaria del centro. Esto hace que, en su primer curso de
implantación, y a pesar del carácter de voluntariedad con que lo hemos empezado
a aplicar inicialmente, más de la mitad de los alumnos estuvieran participando
en esta actividad. En el presente curso este número se está incrementando
notablemente debido a la implantación de la actividad en el nivel de
Bachillerato. En él se trabaja fundamentalmente a través de los clubes de
lectura, en los que los alumnos comentan aspectos de las lecturas propuestas
por el departamento y por la PAU, pero enfocadas de una forma más académica.
El éxito de integrar esta
herramienta en el desarrollo de las competencias lingüística y lectora no lo
medimos solamente por el nivel de participación del alumnado sino también por
que la actividad haya recibido el reconocimiento por parte del Ministerio con
el Sello de buena práctica iberoamericana de Leer.es en marzo de 2015.
A raíz de esta
experiencia hemos descubierto otras herramientas que permiten trabajar de una
forma similar a Goodreads, como son Anobii, Lectyo, etc. La clave está en encontrar cuál es la que más se
ajusta a las necesidades del alumnado. En cualquier caso, cualquiera de ellas
va a permitir el incremento del hábito lector y el desarrollo de la competencia
lingüística en un medio, como son las redes sociales, con el que ellos van a
estar familiarizados y que puede resultarles más atractivo que otras fórmulas
analógicas sobradamente conocidas.
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