jueves, 8 de septiembre de 2016

Goodreads: el trabajo del plan de lectura a través de las redes sociales (BPI de marzo de 2015)

(Artículo publicado junto a Isabel B. González Llanes, docente de Cantabria, en la revista Mi Biblioteca, año XII, n.º 45, primavera 2016, pp. 60-64.)



https://www.goodreads.com

Nuestros alumnos son nativos digitales: ya no solo se relacionan entre ellos de la manera convencional sino también a través de redes sociales. No conciben la sociabilización sin ellas. Al margen de los recelos y de los prejuicios que existen por parte de los padres y buena parte del profesorado ante el mal uso que los adolescentes realizan a menudo de Whatsapp, Snapchat, Instagram, etc., nosotros empezamos a pensar que este era un buen medio para trabajar algunas competencias en la asignatura de Lengua Castellana y Literatura. Todo esto se terminó concretando de manera muy específica en el plan de lectura durante el pasado curso académico 2014/2015, primer año en que lo implementamos en el IES Las Llamas de Santander (Cantabria).

Dado que la lectura, al contrario de lo que ocurre con la competencia en comunicación lingüística, se concibe normalmente como un hábito que se desarrolla en solitario, nos resultó capital el trabajo del plan de lectura con nuestros alumnos a partir del concepto de sociabilización, y para esto nos servimos de la red social Goodreads (https://www.goodreads.com/). Así, mientras leían los títulos propuestos para el curso, nuestros alumnos no se aislaban sino que podían compartir con sus compañeros el punto del texto en que se encontraban y la impresión que hasta ese momento les estaba suscitando la lectura, por ejemplo. De este modo, conseguimos que estos aprovechasen las lecturas del curso para fortalecer los vínculos existentes entre ellos al crear un nuevo concepto: el de una comunidad lectora virtual.




Goodreads es una red social basada en lecturas en las que cada uno puede crear sus propias estanterías digitales (es decir, crear bases de datos con todos tus libros: los que has leído, los que estás leyendo y los que quieres leer). Esta herramienta se ha convertido en una de las piedras angulares del plan lector del departamento de Lengua Castellana y Literatura, y nace de la necesidad de estimular la lectura y una mejor comprensión lectora por medio del uso de las TIC, dado que, como ya hemos dicho, nuestro alumnado está acostumbrado a moverse por entornos digitales.



Durante el primer curso académico en que lo aplicamos, solo participaron los alumnos de Secundaria. En Goodreads, estos, de forma voluntaria (y con un índice de participación superior al 50%), se creaban su propia cuenta y seguían a su vez la cuenta creada para tal efecto por el Departamento de Lengua, en cuya estantería se iban agregando los títulos propuestos para cada trimestre, voluntarios y obligatorios. Esto fue ayudando a que los alumnos se relacionasen, ya que era frecuente que creasen sus propios círculos de amistades e interaccionasen por medio de comentarios, recomendaciones de libros, likes (me gusta), etc., a la vez que desarrollaban un espíritu crítico, entrando en debates sobre diferentes aspectos literarios de las obras (que incluso llegaban a ser ajenas al centro, ya que con el tiempo ellos fueron creando sus propias estanterías dentro de sus perfiles con todas las lecturas que realizaban, tanto las propuestas dentro de nuestra materia como las que ocupaban sus momentos de ocio).

Para entender mejor cómo funciona Goodreads, nos concentraremos en dos de las herramientas básicas de esta red social de las que nos valimos frecuentemente en clase: la reseña y el club de lectura.



Después de finalizar cada una de sus lecturas, Goodreads les da la oportunidad de publicar su propia reseña con puntuación (entre una y cinco estrellas), y pueden recibir la retroalimentación de sus compañeros por medio de comentarios o likes. Esta reseña era tenida en consideración para el incremento de la nota obtenida por el alumno a través del instrumento de evaluación correspondiente. Sin embargo, la finalidad no era que consiguieran una calificación mejor, ya que, sin darse cuenta, estaban trabajando la competencia textual a través de la creación de textos argumentativos.

En este sentido, a lo largo del curso fuimos observando una evolución en las reseñas de los alumnos, quienes cada vez controlaban mejor la estructura de este tipo de textos, les proporcionaban una mayor coherencia y les resultaba mucho más fácil argumentar sus opiniones. A esto contribuyó, entre otras cosas, que los alumnos se sintieran motivados, puesto que, de forma periódica, seleccionábamos la mejor reseña de cada nivel, la cual era publicada en el blog de la biblioteca, punto común de todos los alumnos de Secundaria.



Otro aspecto básico del proyecto con Goodreads es que el alumnado interactuaba, fundamentalmente, por medio del club de lectura que se creaba para cada nivel, y que funcionaba como si fuese un foro, donde ellos tomaban la iniciativa eligiendo los temas que debían tratarse: creaban hilos sobre diferentes aspectos de las lecturas obligatorias y voluntarias (personajes, trama, perspectiva adoptada por el narrador…), de forma que podían discutirlos antes de enfrentarse a la prueba de la lectura.

Sorprendentemente, los alumnos llegaron a participar de forma tan activa en estos hilos que decidimos crear un apartado dentro de cada foro o club de lectura para que pudieran abordar otros temas diferentes a los títulos marcados por nuestro plan de lectura. De esta forma, por ejemplo, en el club de 2.º de la ESO un alumno creó un hilo, que tuvo mucho éxito, en el que los compañeros participaron para comentar la saga de Los juegos del hambre. Esto resulta enriquecedor porque, a través de estas intervenciones de carácter espontáneo, pudimos ir descubriendo algunas obras juveniles que despertaban el interés de nuestros alumnos y que, poco a poco, han ido enriqueciendo nuestro plan de lectura.

Al margen de estas dos utilidades, propuestas por los docentes, los alumnos fueron aprovechando otras herramientas que ofrece esta red social, y que fueron también clave en la animación a la lectura. Para empezar, disponer de una aplicación móvil (que podían obtener de forma gratuita tanto en Google Play como en Apple Store) ayudaba a que lo usaran con la misma frecuencia que otras redes sociales con las que estaban más familiarizados y, a su vez, les proporcionaba la misma inmediatez que estas. Así, por ejemplo, era frecuente entre ellos enviarse recomendaciones de libros, a veces incluso a su profesor; seguir los perfiles oficiales de autores de su interés (tan populares como John Green, Javier Ruescas, J.K. Rowling…), de manera que les llegasen sus feeds o entradas en su timeline o muro, y ellos solos descubrieron un aspecto muy motivador de Goodreads, como era la posibilidad de completar su propio Reading Challenge (“reto de lectura”): el alumno elige el número de libros que se ponía como reto al año, y podía ir viendo su evolución: el tanto por ciento de libros leído, si iba por debajo o por encima de la media..., y sus compañeros podían hacer comentarios sobre su reto e ir viendo los libros que iban leyendo.

Todo esto contribuyó en buena medida a que el uso de Goodreads no quedara restringido al uso propuesto en clase inicialmente, sino que los alumnos fueron incorporándolo a un ámbito cotidiano, razón por la que el trabajo con la red social acabó convirtiéndose –como mencionábamos más arriba– en un pilar fundamental de nuestro plan de lectura.

Asimismo, los profesores acostumbramos a animarlos a utilizar la red social Goodreads por medio de nuestro ejemplo directo, de tal manera que seguimos a nuestros alumnos desde nuestras cuentas personales así como permitimos también que nos sigan, acostumbramos a darles un like a lo que están leyendo, les comentamos reforzándoles positivamente, aceptamos las recomendaciones que nos mandan a través de la página, etc., de forma que se refuerza también el vínculo profesor-alumno y ello permite el desarrollo de un plan lector de calidad en tanto que el profesor puede convertirse en un asesor personalizado al estar en contacto directo con el tipo de lectura que realiza el alumno.

Hay que tener en cuenta, aunque los alumnos están ya familiarizados con este tipo de medios, que la red social Goodreads no está disponible en español, solo en inglés. Esto en un principio nos pareció un inconveniente que tener en cuenta, aunque, en realidad, es una oportunidad para considerarla una herramienta interdisciplinar. No obstante, sí que creamos en su momento unos videotutoriales explicándoles los aspectos más básicos de la página, que compartimos con ellos a través de YouTube:


Desde la implantación de este proyecto en los niveles de Secundaria, se ha seguido de una forma más que aceptable. De hecho, la cuenta de Goodreads contaba al finalizar el pasado curso académico con 132 usuarios o alumnos añadidos, de un total de aproximadamente 250 que integran los niveles de Secundaria del centro.  Esto hace que, en su primer curso de implantación, y a pesar del carácter de voluntariedad con que lo hemos empezado a aplicar inicialmente, más de la mitad de los alumnos estuvieran participando en esta actividad. En el presente curso este número se está incrementando notablemente debido a la implantación de la actividad en el nivel de Bachillerato. En él se trabaja fundamentalmente a través de los clubes de lectura, en los que los alumnos comentan aspectos de las lecturas propuestas por el departamento y por la PAU, pero enfocadas de una forma más académica.

El éxito de integrar esta herramienta en el desarrollo de las competencias lingüística y lectora no lo medimos solamente por el nivel de participación del alumnado sino también por que la actividad haya recibido el reconocimiento por parte del Ministerio con el Sello de buena práctica iberoamericana de Leer.es en marzo de 2015.

A raíz de esta experiencia hemos descubierto otras herramientas que permiten trabajar de una forma similar a Goodreads, como son Anobii, Lectyo, etc. La clave está en encontrar cuál es la que más se ajusta a las necesidades del alumnado. En cualquier caso, cualquiera de ellas va a permitir el incremento del hábito lector y el desarrollo de la competencia lingüística en un medio, como son las redes sociales, con el que ellos van a estar familiarizados y que puede resultarles más atractivo que otras fórmulas analógicas sobradamente conocidas.

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