He desarrollado con mis alumnos de 1.º ESO una actividad que los convierta en "
cuentacuentos", aunque esto es más habitual llamarlo hoy en inglés "storytelling" (para ver otros trabajos similares,
pinchar aquí). El proyecto se denominaba "Subvierte un cuento" porque, además de trabajar los objetivos curriculares de la materia (redacción y lectura en voz alta de un cuento), me proponía que partieran de cuentos tradicionales con un trasfondo ético reprobable (muchos de Disney) para que los convirtieran en un
enxiemplo moralizante.
Enxiemplo, en efecto, porque habíamos trabajado recientemente un texto de
El Conde Lucanor y les pedí que reprodujeran su estructura de "caja china". El sentido de que fuesen estas narraciones que les proponía y no otras cualesquiera era la de poder aprovechar la actividad para trabajar transversalmente la
educación en valores.
Como si se tratase de una campaña publicitaria, denominamos también al proyecto "Doce cuentos, doce causas", dejándoles así a los alumnos -como he apuntado más arriba- la posibilidad de escoger entre
doce propuestas de narración, que son las siguientes: