Todavía recuerdo una entrevista que mantuve con la madre de un alumno de 1.º ESO el curso pasado. La pobre estaba desesperada, no sabía qué más hacer. El chico en cuestión presentaba un notable retraso madurativo y alguna que otra dificultad de aprendizaje, pero lo que le preocupaba en ese momento -llegamos a la conclusión más tarde- era, fundamentalmente, la desinformación que sufría. La pobre, con muy buena voluntad, estaba auxiliándolo con todo lo que le fuese posible: actividades, trabajos, pruebas... "¡Ya no sé qué más puedo hacer para ayudarlo!", decía apenada. No obstante, los resultados no les acompañaban. ¿Y por qué? Cuando descubrí la razón me quedé estupefacto: "Me comentas que la última prueba -me dijo- trataba sobre el sustantivo y los determinantes, pero ¡es que a mí me dijo que estaba estudiando otra cosa y eso es lo que le he ayudado a preparar!".
Este alumno mío estaba más perdido que el barco del arroz (expresión andaluza de la que me confieso muy fan). Y con él su madre intentando ayudarlo. Es indiscutible que no todo nuestro alumnado posee la suficiente madurez -o más que madurez, a veces las estrategias- como para organizarse entre la maraña de responsabilidades varias que se desprenden de las distintas materias que dan. Es indiscutible (?) que todos tienen una agenda física, y que a veces la usan (quiero pensar eso). Pero ¿podemos comprobar que el 100% de nuestro alumnado ha anotado correctamente sus obligaciones? ¿Comparten esta información posteriormente con sus progenitores? A la vista de aquella entrevista, además de estar mucho más pendiente de aquel alumno, llegué a la conclusión de que algo había que hacer.
Poniéndonos en situación, soy consciente de que las distintas plataformas digitales diseñadas por las distintas consejerías de Educación autonómicas disponen de espacios para comunicar a las familias trabajos, pruebas, calificaciones... Al menos con la que yo trabajo (Yedra, en Cantabria) lo permite. Pero seamos honestos: al menos en mi caso, aunque resulta intuitiva, hay que dedicar mucho trabajo y esfuerzo para registrar toda esa información periódicamente, pues el sistema es tedioso y lento. La opción por la que yo me había decantado hasta ese momento era la de hacerla constar en un calendario de Google que creaba ex profeso y que había hecho aparecer en mi blog de aula como "gadget". Pero claro, esto funcionaba si los hados se habían puesto de tu parte y al alumnado le entraba la gana de acceder al blog. (Puedo asegurar que aquella madre y aquel alumno de los que hablaba al principio no habían entrado mucho.) Sin contar con que exigía un notable esfuerzo por mi parte de actualización.
En mi mente solo cabía una idea (una idea modernilla) para que tuvieran la agenda a mano: trasladarla directamente a su teléfono móvil por medio de una aplicación móvil ("app"). De este modo, además, estás empleando el mismo "lenguaje" de tu alumnado (todavía recuerdo la impresión de algunos adolescentes cuando mencioné, en la misma clase, "app" y "canal de YouTube"); pero he conseguido algo que me importaba aún más: conseguir un método sencillo y fácil de compartir que contribuyese a que las familias estuviesen también informadas si lo deseaban.
Este año me he decantado por Google Classroom como repositorio principal de contenidos y actividades. Estoy muy satisfecho con esta herramienta por dos razones:
(1) Algo que redunda en beneficio de cuanto voy a explicar es que, según me ha dicho mi propio alumnado (espero que no me hayan "troleado"), a todos les llega una notificación cada vez que publico una tarea, con independencia de que se hayan descargado su aplicación móvil. ¡Vamos!, como para olvidárseles que tienen que hacer algo.
(2) Pero para mí su clara ventaja es la vinculación automática con Google Calendar; es decir, Google Calendar te genera un calendario en Google por cada grupo que crees, un calendario en el que, de forma totalmente automática, aparecerá toda aquella información que publiques en Google Classroom asociada a una determinada fecha (tareas, preguntas...), con la descripción de las mismas. Aprovechando este calendario de Google, la gestión de la agenda es mucho más rápida y eficaz.
(Visualización de Google Calendar con todos los calendarios generados automáticamente por los distintos grupos de Google Classroom.) |
Por supuesto, se puede publicar cualquier información independiente de Google Classroom, es decir, puedo crear un evento que no esté asociado a ninguna tarea de la plataforma, pero que puedo asociar al calendario de la clase o grupo que me interese. Para ello solo tengo que clicar con el botón izquierdo sobre el día que me convenga y editarlo.
(Ventana desde la que editar un evento y asociarlo a un calendario de Google Classroom.) |
De esta forma, puedo conseguir automáticamente un calendario-agenda que compartir con mi alumnado proporcionándole, por ejemplo, solo el enlace, sin más. ¿Cómo puedo obtenerlo? Habrá otras opciones, pero para mí la más cómoda es la de clicar con el botón izquierdo sobre la pestaña que aparece a la derecha del nombre del calendario que me interese cuando sitúo el ratón sobre él. Los calendarios se encuentran en el menú lateral de la izquierda. A continuación selecciono "enviar a un amigo" y escribo mi propia dirección de correo electrónico. Gracias a ese mensaje puedes conseguir la URL y compartirla con tu grupo (yo lo he hecho, por ejemplo, en una entrada en Google Classroom bajo la etiqueta "presentación del curso").
(Opción de enviar a un amigo cualquiera de los calendarios creados a través de Google Classroom.) |
(Mensaje recibido con el enlace.) |
(Entrada en uno de los grupos de Google Classroom publicando el enlace del calendario.) |
Podría quedarme aquí, por supuesto. Sin embargo, como he adelantado, mi interés residía en llevar directamente ese calendario a cada uno de los dispositivos móviles de mi alumnado para que pudieran consultarlo fácil y rápidamente. Pero ¿cómo es posible crear una "app"? Bueno, aquí de nuevo habrá mil opciones, pero yo voy a explicar una que descubrí hace un tiempo y que es muy, muy, muy sencilla. De hecho, se ha dado la desafortunada situación de que, cuando se lo he explicado a alguien, ese "alguien" te termina mirando con condescencia, como queriendo decirte "ah, ¿era solo eso?", y pasas de ser para esa persona una eminencia tecnológica a... nada. La herramienta web que yo empleo es AppsGeyser (https://www.appsgeyser.com). Tiene el inconveniente de que genera una aplicación móvil solo válida para dispositivos con un sistema operativo Android, así que agradecería sugerencias para poder crearla también para los iOS (de momento he sido incapaz de hallar la manera).
Para poder usar esta herramienta hay que registrarse. Una vez dentro, clicamos sobre el botón "create app" (don't panic!, está en inglés, pero es muy intuitiva). Se encuentra en la parte superior derecha del navegador. De entre las distintas opciones que aparecen en la pestaña "popular", seleccionamos "Website".
A continuación, introducimos la URL en el apartado "Website URL" y clicamos en el botón "go". Pasamos a la siguiente fase del proceso pulsando sobre "next".
En el apartado "App name", escribe aquel que quieras otorgarle y pulsa nuevamente "next". Si lo deseas, puedes escribir a continuación una breve descripción caracterizándola, aunque no es necesario. Por último, selecciona en "icon" la imagen que quieres que tenga la aplicación. Si seleccionas "default icon", aparecerá una imagen por defecto; si optas por utilizar una propia, recuerda que las medidas exigidas son 512x512. Una vez acabes esto, pincha sobre "next" otra vez.
Te aparecerá un botón que reza "create". Pincha sobre él y comprobarás que tu aplicación ya se ha generado. En la siguiente ventana aparecerán dos datos importantes para poder compartirla con tu alumnado y su familia: el enlace y el código QR para obtenerla. En mi caso, les proyecté el código en clase para que lo atraparan y para ayudarles a descargarla; asimismo, para aquellos que no acostumbran a traer el teléfono a clase o que desearan hacerlo más tarde, también lo he dejado en la entrada de Google Classroom bajo la etiqueta "presentación del curso" (como podéis ver más arriba).
He podido observar que una alta proporción tiene la aplicación. De hecho, el otro día sucedió una simpática anécdota en mi clase de 2.º de bachillerato. Les propuse votar varias fechas para la realización de la primera prueba de contenidos. Hecho esto, un chico sacó su dispositivo, consultó la aplicación y me señaló, extrañado, que no apareciese todavía en él. ¡Se creía que aparecería automáticamente!
No obstante, como he recogido en la introducción de esta entrada, el diseño de este método perseguía no solo proporcionar un sistema al alumnado eficaz para ayudarlo a gestionar sus tareas académicas, sino también servir de guía para aquellas familias que quisiesen llevar un seguimiento del trabajo en las aulas. Aunque mi experiencia todavía no es dilatada, considero que esto es fundamental. (Próximamente publicaré otra entrada en que explicaré otro sistema que voy a implantar este curso y gracias al que voy a informarles de todas las calificaciones obtenidas por sus hijos.) Para ello les solicité a los tutores de los grupos en que imparto clase que comunicaran en la reunión vespertina de inicio de curso que se pusiesen en contacto conmigo aquellos padres que tuviesen interés en obtener la "app" para que les facilitase vía correo electrónico las instrucciones. (En próximos cursos estoy considerando añadir esa información en el reverso de un contrato de uso responsable de la tecnología como el que provisionalmente he diseñado en esta entrada.)
(Intercambio de mensajes con una madre solicitando que le proporcione la aplicación móvil con la agenda del curso.) |
Así pues, de esta sencilla forma que describo, he podido crear una aplicación móvil que compartir con el alumnado y sus familias, sin que su actualización me genere un doble esfuerzo, pues en este calendario (el de Google Calendar) aparecerán las mismas informaciones que publicaré en Google Classroom gracias a la vinculación existente entre estas dos herramientas.
Espero que os sea de utilidad y os agradecería sugerencias que ayuden a mejorar este sistema.
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