Alumnos de 1.º ESO mostrando sus códigos durante una actividad. |
En esta entrada no me he propuesto analizar las semejanzas o diferencias entre Kahoot y Plickers, dos herramientas digitales por medio de las cuales el docente puede obtener, de forma inmediata, respuestas de su alumnado: ya hay suficiente "literatura" en la Red sobre este asunto. Y sí, "he mentido" descaradamente en el título, no voy a poner a pelear estas dos aplicaciones, sino que me parecía mucho más interesante ofrecer directamente mis conclusiones, el resultado de esta batalla. Porque para mí no hay color, gana Plickers por goleada, precisamente la menos atractiva visualmente ni la más popular. Pero ¿que qué es Plickers? Si no tienes ni idea de lo que va esta herramienta, dejo aquí este vídeo de dos minutos de duración que te despejará todas las dudas.
Si queréis saber más, podéis leer íntegra esta entrada o ver el magnífico tutorial en YouTube de Cristina Flores (@bioESOsfera en Twitter) donde os explica todos los detalles paso a paso:
Pues eso es precisamente Plickers, una aplicación multiplataforma que te permite obtener una respuesta individual de tu grupo con la sola ayuda de tu teléfono móvil o tablet (es necesario que tenga conexión a Internet, eso sí) y de unas tarjetas. Solo hay que escanearlas (puedo entender la existencia de dudas al principio, pero creedme que las atrapa todas en unos segundos) y ¡voilá!, ya somos capaces de observar qué tal va nuestro alumnado en un aspecto determinado de nuestra materia. Esto presenta, por tanto, unas claras ventajas:
(a) No hace falta estar hiper-mega-súper-tecnificados en el aula: A diferencia que en Kahoot!, tus alumnos no necesitan estar conectados a Internet a través de un dispositivo cualquiera (bien un ordenador, bien una herramienta móvil). En realidad, ¡no necesitan nada de nada! Una tarjeta, solo eso, y se la proporcionas tú, ya plastificada para que aguante o ni tan siquiera, para salir del paso. Con el código basta. De esta forma, aquellas aulas o aquellos centros que no dispongan de los medios suficientes podrán trabajar con esta metodología con independencia de los recursos de que disponen.
(b) Promueve la gamificación o ludificación: Tú plantéale a un adolescente una pregunta y dile que ha acertado o ha fallado, estupendo, pero solo lo verás experimentar un proceso de verdadera excitación cuando no se lo digas tú sino una pantalla. Son así. Los verás saltar en sus asientos, gritar como si hubiese marcado su equipo favorito y pedirte más preguntas como si se hallasen en unos recreativos. Hay diagramas de barras, hay resultados porcentuales al final...: la receta perfecta para que aprender sea "una fiesta".
(c) Gamificamos, pero esto no es un totum revolutum: ¿Qué quiero decir con lo de totum revolutum? Bueno, si habéis aplicado esta dinámica tanto con Kahoot! como con Plickers habréis observado que los alumnos no están excitados con la primera, sino que más bien parece que experimentaran el mono. Quieren ganar, ganar, ¡ganar!, y les da igual cómo: el fin justifica los medios. Así que responden a lo que sea, rápido, porque la rapidez en la respuesta en Kahoot! también cuenta. Lo importante es salir en el ranquin entre pregunta y pregunta. Lo dicho: con Plickers gamificamos, pero no nos volvemos locos. El aprendizaje sigue estando en el nivel que le corresponde.
(d) El tiempo lo mido yo: ¿Habéis propuesto alguna vez un Kahoot! y habéis visto como una porción del grupo acaba siempre ansiosa porque se le termina el tiempo y no ha entendido la pregunta, o todavía la está procesando? Que a lo mejor en casa 20 segundos me parecían suficientes, pero en el aula ya no; que es un buen momento para introducir una explicación previa o lo que sea. Pues eso, que el tiempo lo mido yo.
(e) Y no por estar al final la menos importante, permite la aplicación de una evaluación de carácter formativo: ¡Sí, señores!, estoy hablando de esa otra evaluación que no hace medias y que no tiene ninguna repercusión de cara al numerito que vamos a asignarle a nuestro alumnado en su boletín de notas, pero que es tan importante como la sumativa. Con este tipo de estrategias podemos ir haciendo eso tan difícil de atender a la diversidad, descubriendo qué parte del grupo presenta dificultades y sobre la que deberemos incidir más.
Bueno, una vez que hemos llegado a este punto, la ronda final, con la aplicación Kahoot! retorciéndose por el suelo y con Plickers alzándose victoriosa, queda ponerse manos a la obra para llevarla al aula, y para eso viene de cine un pequeño tutorial de primeros pasos.
Vale, vale... ¡La app está en inglés!, pero no desesperemos. No nos vamos a echar atrás por esta circunstancia, ¿no? Primero nos registramos ("sign up") y, si ya estamos dados de alta, logueamos ("sign in"). Una vez hecho esto, lo primero que tenemos que hacer es imprimir las tarjetas. ¿Dónde se encuentran? Nos aparecerán si clicamos sobre el apartado "cards" que encontramos en la parte superior derecha de la pantalla. Existe un total de 63, y podemos usar las mismas en distintos grupos; es decir, si das clase en cuatro o cinco grupos, y en todos ellos tienes entre 25 y 30 estudiantes, con 30 te será suficiente.
Para crear una clase y asignar las tarjetas a un conjunto dado de alumnos, esta vez es preciso pinchar sobre sobre "classes", que se encuentra arriba pero a la izquierda. En la siguiente captura de pantalla veis mis cuatro grupos, cada uno identificado con un título y un color diferente, y, a la derecha, la posibilidad de crear un nueva clase.
Si pinchamos sobre cualquiera de los grupos aparece una pantalla como la que muestro en la siguiente captura de pantalla. Podemos introducir uno a uno los nombres de nuestros alumnos (en el apartado "enter student name"), asignándose sucesivamente los números por el orden en que los introduzcamos; no obstante, si disponemos de un listado en un documento de texto o en una hoja de cálculo, podemos introducir todos los miembros de un determinado grupo de una vez pinchando sobre el botón azul "add roster" y pegándolos en el cuadro que aparece a continuación. Acto seguido los guardaríamos ("save").
(a) No hace falta estar hiper-mega-súper-tecnificados en el aula: A diferencia que en Kahoot!, tus alumnos no necesitan estar conectados a Internet a través de un dispositivo cualquiera (bien un ordenador, bien una herramienta móvil). En realidad, ¡no necesitan nada de nada! Una tarjeta, solo eso, y se la proporcionas tú, ya plastificada para que aguante o ni tan siquiera, para salir del paso. Con el código basta. De esta forma, aquellas aulas o aquellos centros que no dispongan de los medios suficientes podrán trabajar con esta metodología con independencia de los recursos de que disponen.
(b) Promueve la gamificación o ludificación: Tú plantéale a un adolescente una pregunta y dile que ha acertado o ha fallado, estupendo, pero solo lo verás experimentar un proceso de verdadera excitación cuando no se lo digas tú sino una pantalla. Son así. Los verás saltar en sus asientos, gritar como si hubiese marcado su equipo favorito y pedirte más preguntas como si se hallasen en unos recreativos. Hay diagramas de barras, hay resultados porcentuales al final...: la receta perfecta para que aprender sea "una fiesta".
(c) Gamificamos, pero esto no es un totum revolutum: ¿Qué quiero decir con lo de totum revolutum? Bueno, si habéis aplicado esta dinámica tanto con Kahoot! como con Plickers habréis observado que los alumnos no están excitados con la primera, sino que más bien parece que experimentaran el mono. Quieren ganar, ganar, ¡ganar!, y les da igual cómo: el fin justifica los medios. Así que responden a lo que sea, rápido, porque la rapidez en la respuesta en Kahoot! también cuenta. Lo importante es salir en el ranquin entre pregunta y pregunta. Lo dicho: con Plickers gamificamos, pero no nos volvemos locos. El aprendizaje sigue estando en el nivel que le corresponde.
(d) El tiempo lo mido yo: ¿Habéis propuesto alguna vez un Kahoot! y habéis visto como una porción del grupo acaba siempre ansiosa porque se le termina el tiempo y no ha entendido la pregunta, o todavía la está procesando? Que a lo mejor en casa 20 segundos me parecían suficientes, pero en el aula ya no; que es un buen momento para introducir una explicación previa o lo que sea. Pues eso, que el tiempo lo mido yo.
(e) Y no por estar al final la menos importante, permite la aplicación de una evaluación de carácter formativo: ¡Sí, señores!, estoy hablando de esa otra evaluación que no hace medias y que no tiene ninguna repercusión de cara al numerito que vamos a asignarle a nuestro alumnado en su boletín de notas, pero que es tan importante como la sumativa. Con este tipo de estrategias podemos ir haciendo eso tan difícil de atender a la diversidad, descubriendo qué parte del grupo presenta dificultades y sobre la que deberemos incidir más.
Bueno, una vez que hemos llegado a este punto, la ronda final, con la aplicación Kahoot! retorciéndose por el suelo y con Plickers alzándose victoriosa, queda ponerse manos a la obra para llevarla al aula, y para eso viene de cine un pequeño tutorial de primeros pasos.
Vale, vale... ¡La app está en inglés!, pero no desesperemos. No nos vamos a echar atrás por esta circunstancia, ¿no? Primero nos registramos ("sign up") y, si ya estamos dados de alta, logueamos ("sign in"). Una vez hecho esto, lo primero que tenemos que hacer es imprimir las tarjetas. ¿Dónde se encuentran? Nos aparecerán si clicamos sobre el apartado "cards" que encontramos en la parte superior derecha de la pantalla. Existe un total de 63, y podemos usar las mismas en distintos grupos; es decir, si das clase en cuatro o cinco grupos, y en todos ellos tienes entre 25 y 30 estudiantes, con 30 te será suficiente.
Para crear una clase y asignar las tarjetas a un conjunto dado de alumnos, esta vez es preciso pinchar sobre sobre "classes", que se encuentra arriba pero a la izquierda. En la siguiente captura de pantalla veis mis cuatro grupos, cada uno identificado con un título y un color diferente, y, a la derecha, la posibilidad de crear un nueva clase.
Si pinchamos sobre cualquiera de los grupos aparece una pantalla como la que muestro en la siguiente captura de pantalla. Podemos introducir uno a uno los nombres de nuestros alumnos (en el apartado "enter student name"), asignándose sucesivamente los números por el orden en que los introduzcamos; no obstante, si disponemos de un listado en un documento de texto o en una hoja de cálculo, podemos introducir todos los miembros de un determinado grupo de una vez pinchando sobre el botón azul "add roster" y pegándolos en el cuadro que aparece a continuación. Acto seguido los guardaríamos ("save").
Una vez ya estamos listos para arrancar, nos falta lo más importante: las preguntas que vamos a plantearles a nuestros alumnos. La ventaja de Plickers es su sistema de organización de las mismas, dado que permite la creación de carpetas dentro de carpetas. Para crear las preguntas tenemos que clicar sobre "library", junto al logotipo, y basta con pulsar el botón de color fucsia "+ New Question". Podemos plantear hasta cuatro respuestas, pudiendo marcar una o más de ellas como correctas. Ahora bien, como queda dicho, es recomendable gestionarlas en carpetas para que nos resulte más fácil hallarlas: para hacerlo solo tenemos que pulsar sobre "new folder". Podemos crear tantas preguntas y tantas carpetas como queramos. Pensando en su aplicación en el aula, mi recomendación, en cualquier caso, es que las preguntas vayan numeradas y, si es preciso, pongamos entre paréntesis al principio su temática para que nos resulte fácil identificarlas más tarde en el dispositivo móvil en el aula.
¡Ya está todo! ¡Ya podemos arrancar! Ahora es el momento en que nos fijamos en una de las opciones más interesantes de Plickers, la sincronización con el dispositivo móvil desde el que escanearemos las tarjetas. Esto suena a mundo de ciencia ficción, lo sé, y parece dificilísimo, pero nada, ¡bah!, es una tontería; basta con tener la aplicación en nuestro dispositivo, abrirla y loguearnos. ¡Ya está! Una vez hecho esto último, si pinchamos sobre el apartado "live view", arriba a la izquierda, ya no nos saldrá esto, que es lo que aparece normalmente...
sino que se sincronizará automáticamente con nuestro dispositivo y nos aparecerá esto otro:
En esta vista se producirá "la magia". Lo conveniente sería proyectarles a nuestros alumnos a través de un equipo informático este apartado de la versión web, en el que saldrán las preguntas, las personas que han ido respondiendo, los datos obtenidos en forma de diagrama de barras, etc. Pero ya no manipularemos más Plickers en el navegador web, sino que a partir de ahora lo haremos desde el dispositivo móvil.
En él, una vez logueados, seleccionamos el grupo al que queramos evaluar y, a continuación, aparecerá la pantalla que he capturado en la siguiente imagen. Es la "cola" en la que se van cargando las preguntas que seleccionamos. Existen dos opciones: crear (o "create"), si queremos generar las preguntas en ese mismo instante a través del mismo dispositivo móvil, o biblioteca ("library"), si deseamos importarlas de las preguntas que hayamos creado previamente en el navegador web. (Si estos dos botones grises no aparecen, la cruz que hay entre ellos tendrá forma entonces de más; si pulsamos sobre este símbolo, aparecen.)
Si optamos por importarlas de la biblioteca, tendremos que seguir la ruta de carpetas que hayamos ideado para contenerlas. Cuando hayamos seleccionado la pregunta con la que queramos trabajar, pulsamos sobre ella y clicamos "add to queue" (añadir a la cola).
En ese momento podemos visualizarla al sincronizarse automáticamente con la pestaña "live view". El grupo ya ve la pregunta y puede empezar a responderla. Cuando estén listos, podemos pulsar en el dispositivo móvil el botón con el icono de la cámara y atrapar o escanear los códigos. Puedo ver en el navegador web, en "live view", qué alumnos han respondido si mantengo el apartado de la derecha en la pestaña "students" o puedo descubrir cuál es la gráfica resultante a partir de sus distintas respuestas si pulso sobre "graph". En cualquiera de las dos posibilidades, si aprieto "reveal answer", se marcará en verde la respuesta correcta (en nuestra mano está dejarlo en el anominato -en "graph"- o no).
Y así sucesivamente con todas aquellas preguntas que queramos realizar.
Posteriormente, para comprobar los resultados, basta con pinchar sobre "reports" y, en el menú desplegable, seleccionar "scoresheet". Tras seleccionar los días que deseamos que analice (en "date"), aparece una tabla que recoge el porcentaje de aciertos de cada alumno así como el porcentaje de respuestas correctas obtenidas en cada pregunta. Ambas posibilidades son muy útiles en el momento en que permite ver qué alumnos presentan alguna clase de dificultad, permitiéndonos identificarlos y auxiliarlos, y también ver qué contenidos el grupo no ha asimilado aún suficientemente, sobre los que convendría, claro está, incidir.
Espero que el tutorial haya sido de vuestro agrado y que utilicéis esta herramienta en el aula.
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